
A la satisfacción de tenerlo ya en casa se unió la de comprobar el excelente estado de conservación del planeador. Sin duda sus anteriores propietarios, Karin y Bernd, lo han tratado con todo su cariño.
Ahora sólo nos quedan pequeños retoques para ponerlo en vuelo y, como no, los inevitables trámites burocráticos de última hora. Ni que decir tiene que estamos deseando publicar aquí las primeras fotos del Bergfalke volando sobre Villamartín.

Nuestro agradecimiento a Pedro y Axel por cruzar media Europa para traernos el avión sano y salvo y casi listo para volar, así como al Aeroclub Kreis St. Wendel por su inestimable ayuda y colaboración para ponerlo a punto.

19 de julio de 2011